El Anexo Figueroa Alcorta de Obras disfrutó de cuatro días a puro tenis internacional con el torneo Miguel Zúñiga Memorial Open de tenis en silla de ruedas, que finalizó hoy con la victoria Robinson Méndez (68° del ranking mundial) ante Ezequiel Casco (38°) por 6-2 y 6-1 en la final. Al igual que el año pasado, el chileno volvió a ganarle al argentino y defendió con éxito el título.
El resultado final luce abultado, pero la realidad es que el partido fue bien apretado y con games muy parejos. Más allá de eso, Casco se fue con un sabor amargo por haber tenido otra chance ante el mismo rival y no haber podido cambiar la historia aunque, a la vez, tiene muy claro sus objetivos. “Hoy no me alcanzó, debería haber dejado más. Me voy disconforme con el resultado. Creo que me faltó mantener más el peloteo y ponerme un poco más firme, que es lo que estoy entrenando para terminar de consolidar mi nivel. No sé si me faltó ganar, pero sí jugar este partido a otro nivel para seguir dando pasos adelante. No estoy buscando ni puntos ni ranking, sino seguir mejorando cada vez más. Ya mañana me pongo a entrenar, si fuera por mí arranco en 10 minutos. Los partidos se ganan o se pierden, pero siempre habrá revancha”, destacó.
Mientras tanto, el campeón reflejó toda su felicidad. “Me siento muy contento por haber ganado, por haber defendido el título del año pasado y por estar en Argentina, donde tengo muy buenos amigos. Y también porque después de los Parasudamericanos me operaron del hombro y estuve nueve meses sin competir. Además de tratar de ganar el torneo, mi meta era venir acá a recuperar el tenis perdido y el nivel. Creo que lo logré y me voy satisfecho. El hombro no me molestó para nada y pude jugar sin problemas, así que misión cumplida”, dijo. Y elogió a su rival: “Mono es un excelente jugador, tenés que estar concentrado al cien por ciento porque si te vas en algún momento se te puede meter y ganar el partido. El resultado fue un poco mentiroso”.
Este certamen, organizado por la Asociación Argentina de Tenis Adaptado (AATA), fiscalizado por la Federación Internacional (ITF) y la Asociación Argentina (AAT) y auspiciado por el Comité Paralímpico Argentino (COPAR), pertenece al circuito ITF Future Series y se jugó sobre polvo de ladrillo.