La escuelita de tenis de mesa es otra de las actividades que se dictan en Obras: luego del horario escolar, de 16 a 18, los lunes y viernes, Oscar Roitman se ocupa de que los chicos, de primero a séptimo grado, aprendan jugando.
Oscar es el único profesor a cargo de la disciplina, y comentó su experiencia en la institución: “Me sumé en el 2015, aunque la actividad ya estaba. Surgió para cubrir la necesidad de mejorar el rendimiento de aquellos que mostraron interés durante el horario escolar”.
A pesar de que hubo años en los que hubo una cantidad mayor de alumnos, hoy en total son 12 chicos que disfrutan de este deporte: “El tenis de mesa es muy inclusivo, pueden jugar chicos de diferentes edades y jugar de igual a igual hombres con mujeres. Además, por la característica del deporte, mejora mucho la concentración y la atención”, describió el entrenador.
La continuidad de la actividad en el club, hoy, no va más allá de esta escuelita, ya que no hay tenis de mesa federado ni para mayores de 13 años. Sin embargo, Oscar aclaró: “Estamos tratando de que eso cambie en el corto plazo”.
En cuanto a lo competitivo, Roitman comentó que “los chicos participan de la Liga Faccma interescuelas, de la cual participan 12 colegios primarios”, y agregó: “No es muy competitivo pero es acorde e ideal para el nivel de los chicos de Obras. Hoy marchan segundos en la Liga, lo cual está muy bien. Además, una de las chicas juega el circuito interescuelas de la federación local con buenos resultados”.
La manera de atraer a los chicos es clara y efectiva: “La propuesta es lúdico-formativa y es lo que los engancha. El juego es una herramienta poderosa en la formación integral del niño porque se divierte mientras aprende. El grupo responde muy bien a esa propuesta y es lo que los hace volver”, concluyó Oscar, que continúa ayudando a los chicos a divertirse y a seguir formándose como deportistas, en este caso, desde el atractivo tenis de mesa.