Por la 12° fecha del Grupo IV del torneo de la URBA, Obras Rugby cayó ante Old Georgian, puntero y único invicto, por 36-28. Fue en el Club Almafuerte, que prestó su cancha, ya que en el predio de Laferrere, casa del aurinegro, se están realizando reformas en la infraestructura de sus vestuarios.
Fue derrota en un partidazo con un solo un try convertido de diferencia. Se armó un digno duelo de dos clubes campeones de URBA, en el que no existió diferencia entre los puestos que representan cada uno actualmente en el torneo (1° y 5°). El partido se definió en los últimos ocho minutos de juego. No apto para cardíacos. Sin dudas, Obras jugó su mejor rugby en lo que va del año y otra vez demostró que no tiene techo, que es un equipo que no deja de evolucionar y siempre deja en lo más alto la bandera negra y amarilla. El aurinegro fue una máquina de tacklear y se destacó en todos los aspectos técnicos del juego, ganó y robó formaciones fijas, line out y scrums, se plantó firme en los rucks y por momentos también utilizó su arma mas fuerte: el maul.
Los backs y la tercera línea tuvieron un juego desplegado de manos muy efectivo, generando situaciones ofensivas de riesgo para el rival, muchas veces saliendo jugando desde su propia cancha.
La figura de Obras fue el hooker Brian Zapata, quien tackleó absolutamente todo lo que pasaba con camiseta blanca. Fue fundamental para realizar el trabajo sucio en los rucks.
Obras fue el equipo que perdió por menos diferencia con los poderosos dragones de Old Georgian, que es sin duda un rival durísimo y de otro nivel. Quedó claro que Obras también está a la altura y no le teme a nada.
Los 28 puntos de la primera llegaron a través de cuatro tries (Hernán Molinari, Santiago López Carrizo, Julián Maidana y Gonzalo García), dos penales y una conversión (Pablo Carou).
La Intermedia, por su parte, derrotó a su par de Old Georgian en otro partidazo. Fue victoria por 33-24. El aurinegro dio vuelta el partido y le quitó el invicto al segundo equipo del puntero, que hasta el sábado cosechaba 17 victorias consecutivas. El equipo fue puro corazón y buen rugby, mostró una gran defensa y un muy buen juego de manos, pero los dos puntos más destacables fueron el scrum, formación que dominaron de menor a mayor, y él trabajo de su apertura, el número 10, Juan “Pachorra” Suárez Anzorena, quien manejó los tiempos del equipo a la perfección y su efectividad a la hora de patear fue determinante.
Los 33 puntos de la Inter fueron a través de cuatro tries (Guillermo Pardo -2-, Anzorena y Ramiro Weimberg), tres penales y dos conversiones (Anzorena).