Macarena Carrizo es una gran referente para el Instituto y Club de Obras. Su madre Isabel Capote, cuenta que tan importante es la natación para su hija y de qué manera la Institución ayudó para disfrute de un presente tan brillante.
Macarena es una líder absoluta de la natación aurinegra y también a nivel nacional. Fue campeona Nacional en 50 y 100 metros libres y Medallista en el Sudamericano Juvenil de Perú entre otros logros deportivos. Por otro lado, en el año 2017 terminó el secundario en el Instituto Obras.
Isabel es la fan número uno de su hija y no duda en demostrar todos sus sentimientos: “Para mi ser la mama de Macarena significa un a orgullo enorme. Cada momento vivido a su lado, la previa de cada competencia, los nervios, los logros me llena de emociones muy lindas”, dijo.
-¿En qué repercutió la Educación y la natación del Instituto Obras en la vida de ambas?
-La natación y de la mano del Instituto Obras en la vida de Macarena fue perfecto. Poder combinar ambas cosas en el mismo lugar fue una gran ayuda para ella. Macarena venia de un colegio en el cual no se sentía parte y no le respetaban sus días de competencia ni entrenamiento. Por eso, me encuentro eternamente agradecida a su entrenador Marcelo Mustacciolo que la acompañó siempre desde su primer día en un pequeño club de barrio en Floresta .Él fue el que apostó a que ella sería lo que es hoy. También, debo agradecer al señor gerente, Guillermo Suriani, que nos puso todos los medios para que fuera posible dándole la beca en el Instituto Obras y poniéndose a disposición en todo lo que necesitara.
-¿Qué tan importante es para usted que el colegio ofrezca educación y deporte?
-Para mí es la combinación perfecta. El instituto tiene los docentes formados para que se puedan fusionar ambas cosas teniendo resultados como los de Macarena. Mi consejo es que otros padres puedan entender que el deporte y la educación pueden ir de la mano mejorando su calidad de vida. El deporte aleja a nuestros hijos de los hábitos perjudiciales, les enseña rutinas, convivencia con sus pares, respeto hacia el otro y hacia los adultos referentes. Son múltiples los beneficios tanto curriculares como sociales.
“Por último, quiero agradecer de corazón a todo el club. Gracias a Marcelo Mustacciolo que es como un segundo padre para ella y gracias a las puertas que le abrió el club de la mano de Guillermo Suriani. Mi hija logró las metas alcanzadas. Ambos apostaron a sus capacidades deportivas y no se equivocaron. Trabajaron en conjunto para lograr lo mejor de ella”, manifestó Isabel.
“Aún le quedan muchas metas por lograr y no dudo que con el apoyo del club ella podrá cumplir su sueño de ser la mejor nadadora del mundo”, cerró.
