En 103 años de vida, Obras no solo se llenó de momentos inolvidables y trofeos en el básquet, sino que también emuló el recorrido en numerosos deportes. Desde sus inicios tuvo el espacio suficiente para abarcar en las mismas instalaciones a las bochas, fútbol, natación, pelota paleta, rugby y tenis.
En 1953 cosechó el Campeonato de Primera División, que era organizado aquel entonces por la Unión Argentina de Rugby. Desde allí hizo valer su propósito de promover jugadores jóvenes, ya que gran parte de ese plantel había logrado el título de reserva en 1951. Los de Núñez perdieron un solo partido de los 14 disputados, de los cuales 12 fueron victorias.
La incidencia de la natación en el club fue evolucionando, a partir de los primeros pasos que dio Enriqueta Duarte en su carrera. Sus hazañas en varios Intercolegiales derivaron en su participación en los Juegos Olímpicos de Londres 1948. Por su parte, Alberto Carranza contribuyó con el florecimiento de la disciplina tras haber entrenado a Luis Alberto Nicolao, quien terminó participando en tres Juegos Olímpicos (1960, 1964 y 1968).
Asimismo, el rico y completo terreno generó que la institución de la Avenida Libertador fuera la sede de resonantes acontecimientos deportivos. El Torneo Sudamericano de Karate Do, Torneo Internacional de Hockey Sobre Patines y la Copa Mundial de Equipos Campeones de Voleibol se llevaron a cabo en el club rockero.
De hecho, el voley tuvo su época dorada en Obras entre el cierre de los ’80 y principios de los ’90. Al asumir Fabián Armoa como DT, el deporte se hizo un lugar en la historia con el Campeonato Argentino ganado en 1989 y el podio en el Sudamericano de 1990.
El ajedrez fue otra disciplina que fue tomando un mayor protagonismo, a base de trabajo, organización y esfuerzo. Es que se convirtió en el club con más títulos individuales y grupales de la Argentina. Ganó los eventos anuales más importantes de la Liga Nacional de Ajedrez, con una plantilla de nivel olímpico. Sandro Mareco, Diego Flores, Alan Pichot, Federico Perez Ponsa, Fernando Peralta, Sebastián Iermito, Salvador Alonso y Leandro Krysa suelen integrar el equipo, y también conseguir logros a nivel local e internacional.
La importancia en la actualidad está notablemente reflejada, ya que se promueve desarrollo del ajedrez escolar en el Instituto, promoviendo las clases y los torneos con representante de otras instituciones. Asimismo, el equipo femenino de básquet está participando activamente de clases semanales sobre el deporte, con el fin de mejorar las capacidades cognitivas dentro de la cancha.
MEMORABLES MOMENTOS EN EL BÁSQUET
Obras moldeó de a poco su rica e icónica historia. Organización, talento y empeño fueron los principales aliados en el camino que recorrió el club durante su trayectoria. Estas aptitudes tuvieron como consecuencia los inolvidables logros que hoy en día están presentes en la vitrina de la Avenida Libertador 7395.
A fines de la década de 1970, la institución comenzó a ocupar los primeros planos del básquet. La conformación de un equipo abastecido de jugadores de calidad ayudó a crecer a pasos agigantados hasta 1978. En aquel año, se inauguró el prestigioso Templo del Rock, con el fin de albergar la Copa William Jones. El conjunto de Núñez finalizó en segundo lugar, tras perder en el último juego por la mínima ante Real Madrid.
La segunda oportunidad fue aprovechada en 1983, nuevamente en el emblemático estadio de Obras. Las actuaciones de talentosos jugadores (Eduardo Cadillac, Esteban Camissasa, Carlos Romano, Vicente Pelegrino, Héctor ‘Pichi’ Campana), y bajo el mandato del entrenador puertorriqueño Flor Meléndez, produjeron la primera conquista de un equipo argentino a nivel mundial. Un récord ideal (5-0) ayudó a que el rockero se colocara en la élite del deporte. Al año siguiente se quedó muy cerca del bicampeonato, en la edición llevada a cabo en San Pablo.
A partir de 1996, Obras empezó a disputar la renovada y competitiva Liga Nacional. Para eso, el club se consiguió el boleto mediante la obtención de la temporada 1995-96 del TNA (hoy llamada Liga Argentina). Un plantel ordenado y sólido, entre los que se encontraban Diego Ricci y Ezequiel Lamas (actual Kinesiólogo del elenco de Gregorio Martínez), atravesó todos los obstáculos necesarios para ingresar en la máxima categoría del básquet profesional.
En cuanto al siglo XXI, no se puede dejar pasar las hazañas obtenidas en el amanecer de la década de 2010. Con la dirección técnica de Julio Lamas, y las contribuciones de notables jugadores (Juan Gutiérrez, Martín Osimani, Lionel Schattmann, Luis Cequeira, entre otros), el aurinegro volvió a hacer ruido a nivel internacional. En 2011 se adjudicó el torneo de Interligas después de ganarle la final a Pinheros de Brasil, en San Pablo.
Y el 5 de febrero del 2012, el Templo del Rock rugió nuevamente por la conquista de la Liga Sudamericana, sin haber perdido un solo juego. En el último encuentro superó otra vez a Pinheros. También hay que reconocer el subcampeonato de la Liga Nacional 2011/12, luego de haber sido el líder de la fase regular (marca de 20-10).