Trifón Poch vive de manera muy intensa cada partido desde el banco de suplentes. Hace ademanes, pega un par de gritos y suelta varios llamados de atención para sus jugadores. Sin embargo, esta vez Obras Basket no puede. No puede porque la imagen mostrada en el segundo tiempo ante Peñarol no tiene nada que ver lo ofrecido en el primero. La solidez defensiva y la paciencia en ataque ya no existen. Entonces, los 19 puntos de ventaja desaparecen y la derrota es un cachetazo inevitable, como en aquella noche en el Fortín de Las Morochas ante Argentino de Junín donde perdió el invicto en la Liga Nacional.
El entrenador español sabe que la deuda pendiente del equipo aurinegro tiene que ver con mantener la concentración y un nivel acorde a los momentos clave de los partidos. Su explicación acerca del diagnóstico es claro: “Esto fue muy parecido a lo que pasó con Argentino el otro día. El primer y el segundo tiempo fueron dos partes muy diferentes. Toda la facilidad que tenemos para el ataque y la contundencia en defensa en la primera parte luego se transforma en dificultades para encontrar buenas posesiones y se suceden demasiadas pérdidas. Paralelamente, y de manera sorprendente, cuando deberíamos apretar atrás por los errores que cometemos adelante pasamos a defender menos. Es algo que debemos corregir”.
En relación a esto, agregó que “todavía nos cuesta ser constantes durante todo el partido. Necesitamos más trabajo todos juntos para encontrar ese equilibrio que nos falta y trasladar todo lo bien que hacemos a los 40 minutos de juego”.
Obras no supo responder al juego físico que propuso Peñarol en el segundo tiempo, uno de los aspectos clave de la reacción. Sobre esto, Poch opinó: “Ellos jugaron con mucho contacto y manos, y nosotros estuvimos incómodos con eso. A veces es difícil jugar contra las faltas, pero debemos aceptar también ese tipo de partidos y ser más duros de lo que fuimos. Tenemos que aprender a ponernos fuertes cuanto pasa eso. Nos cuesta tener la cabeza fría en ese tipo de momentos para seguir trabajando en ataque con pases, como hicimos en la primera mitad y, sobre todo, estar más atentos en defensa”.
Con el sorprendente Weber Bahía en el horizonte, un equipo plagado de juveniles con mucho talento, Trifón destacó que Obras debe “tener claro su trabajo y su personalidad en la cancha. Tenemos que luchar por mantener el nivel de juego durante la mayor cantidad de minutos posible”.
