Una SuperLiga ya avanzada y con grandes expectativas por delante. El proyecto incluyó jugadoras foráneas para darle un salto de calidad al básquet nacional femenino y así fue. Obras Basket incorporó a tres muchachas: María Victoria Pereyra Souto, proveniente de Uruguay, fue la primera en llegar. Luego arribó la española Anna Gómez Igual y en último lugar Dovile Miliauskaite, la pivote lituana, que ha demostrado tener un juego fuerte en la pintura, es buena creadora de oportunidades bajo el cesto, rebotera y colaboradora con su equipo.
Hasta el momento promedia 14 puntos y 11 rebotes en cinco juegos disputados. En la presentación del equipo se encontró con cuatro faltas rápidamente que la expusieron al cambio inmediato, pero fue cuestión de acostumbrarse al roce del básquet local y tomar protagonismo en el conjunto aurinegro.
Miliauskaite reproduce un español fluido y se expresa perfectamente. La centro de 1,87 mts brindó sus experiencias vividas hasta el momento en Argentina. Qué esperaba de este viaje a la tierra desconocida, el estilo de básquet que encontró y también mencionó qué enseñanzas se llevará hacia el viejo continente.
-¿Cómo te sentís y cómo es tu experiencia en Argentina tan lejos de casa?
-Sí, estoy muy lejos de casa, siempre quise venir a la argentina. Es diferente. El básquet es distinto, como la cultura, la gente, pero me encanta la experiencia.
-¿Qué diferencia ves con respecto al básquet de Europa?
-Se me hace difícil el básquet de acá, porque me cuesta jugar sin presión. No lo permite este juego. No puedo defender, ni postear duro porque es como se juega en el país. Entonces al no estar acostumbrada, es obvio que me va a costar. Puedo llegar a cometer algunas faltas. En Europa quizá las jugadoras están un poco más formadas físicamente. Yo suelo ir fuerte a defender y es ahí cuando me pitan seguido.
-¿Qué podés dar como jugadora a este plantel joven?
-Puedo dar muchas cosas, no sólo obtener puntos. No creo que sea lo único y más importante que pueda dar como persona o jugadora. Lo importante es el equipo. Soy una persona que quiere ayudar a jugadoras jóvenes. Me siento mejor cuando doy una asistencia y no acierto dos puntos. El básquet es un juego de equipo. Para realizarte individualmente, podés correr una carrera o jugar tenis. Hoy juega bien una jugadora y mañana otra, pero si tenés un equipo conformado de 10 o 12 jugadoras es muy duro defenderlo y sobreponerse ante él.
-¿Qué te parece el grupo que te tocó en Obras Sanitarias?
-Honestamente estoy muy contenta con este grupo. No estoy aquí hace mucho tiempo, pero me siento muy cerca con las jugadoras. Hace 2 semanas que llegué, pero siento que estoy hace 5 meses. Me siento muy a gusto con el grupo.
-¿Qué creés que te podés llevar luego de esta experiencia hacia Europa?
-Muchas experiencias diferentes: de vida, baloncesto y varias cosas. A veces no valoras lo que tenés en Europa. Cuando lo apreciás, es diferente a cuando estás allá. Empezás a valorar las cosas de otra manera. En el baloncesto, me gusta cómo entrenamos individual por la mañana, en Europa es más trabajo en equipo. Y aquí sí que mejoro como jugadora. Es diferente la cultura de trabajo. También me llevaré la gente, que no sabés cuándo te la vas a encontrar en la vida. Eso es lo mejor de este paso. Soy una persona que viaja mucho y juega en diferentes países. Es muy lindo dejar un sitio y saber que habrán buenas relaciones en cada lado que vas.
-Manejás y te expresás correctamente en castellano, ¿estudiaste, te formaste o tan sólo tu paso por España te enseñó la lengua?
-Me interesa muchísimo, me gusta jugar en España y siempre quiero aprender idiomas o conocer culturas. Así me involucro cómo se dice tal palabra o si gramáticamente está bien expresada. Entonces siempre pregunto a la gente y así aprendo.