Si hay algo que no olvida jamás un jugador de básquet son los momentos de su formación. Los años de Mini estrechan amistades y dejan recuerdos para toda la vida. Con ese objetivo, 35 chicos de Obras viajaron a la ciudad cordobesa de San Francisco para compartir un encuentro con sus compañeros del club El Ceibo, a cargo de los entrenadores Gustavo Avellaneda y Emmanuel Fernández y el acompañamiento de 21 padres.
Seguramente será un fin de semana largo a pura diversión y enseñanza, con actividades propuestas por la institución anfitriona. Los chicos se alojarán en casas de familia, salvo algunos de los peques que irán con sus padres. El domingo a la noche estarán todos de vuelta en Buenos Aires.
“Viajamos a las cinco de la mañana de ayer desde Obras. Lo bueno es que dentro del grupo hay 11 o 12 preminis. Es buenísimo para que tanto ellos como los padres pierdan el miedo que genera estar lejos de sus casas. El hecho de que viajen a tan temprana edad les asegura para más adelante saber qué significan estos encuentros de Minibásquet. Como siempre, llevamos los bolsos llenos de ganas de pasarla bien, de compartir y de conocer otra ciudad. Hace dos años fuimos a Oncativo y la pasamos bárbaro, como en cada lugar que visitamos”, comentó Fernández desde Córdoba.
Y agregó: “Lo que siempre queremos es que los chicos se comporten como adentro de la cancha, donde son unos señores. Siempre les contamos que representamos a una institución muy grande y que tenemos que estar a la altura”.
Lo importante es que los chicos disfruten y queden en contacto con sus nuevos amigos de El Ceibo. Una vez más, el básquet construye puentes para fortalecer valores.