Durante los últimos dos meses, el básquetbol femenino se ha visto revolucionado por la primera edición de la SúperLiga femenina. Obras Basket tuvo la fortuna de pertenecer a este certamen que propuso como gran iniciativa la llegada de extranjeras a los planteles involucrados. Esta propuesta tuvo la definición en el Templo del Rock, estadio de Obras Sanitarias, donde se reunió un sorprendente marco de público que acompañó a los cuatro equipos finalistas.
En el año que el básquetbol femenino volvió a la actividad en el aurinegro, el conjunto de Ignacio Narvaja alcanzó el cuarto lugar de la competencia, luego de caer en el juego por el tercer y cuarto puesto ante Peñarol. La capitana Julieta Espósito brindó su balance de estos dos meses de trabajo.
-Lograron el cuarto puesto en la SúperLiga. Superaron obstáculos y fueron de menor a mayor, ¿que conclusión sacas del torneo?
-La verdad que estamos contentas de haber jugado el Final Four, después del partido que jugamos con Proyección 2020 que era clave y lo sacamos adelante. Haber llegado a esta instancia es importante cuando recién este año volvió el básquet femenino a nuestra institución. Si bien nos estamos conociendo, es bueno haber llegado al desenlace final, quizá queda un poco el gusto amargo porque podríamos haber alcanzado el tercer puesto ante Peñarol, pero fue una gran experiencia para todos en general. Somos claros que siempre vamos por más, ya que el club sigue apostando al proyecto del básquetbol femenino. Con respecto al torneo me parece una buena idea, siempre con cosas a mejorar. Creo que en general se ha visto un nivel muy bueno. La organización estuvo bien y hubo un gran marco de público. El torneo fue una linda idea para jerarquizar el básquetbol femenino.
-El equipo se fue armando con el pasar de los juegos, se encontraron en cancha, y a pesar que es un equipo nuevo, llegaron al ultimo día de competencia, ¿cómo vivieron el torneo?
-El torneo lo vivimos como una gran experiencia. Hay jugadoras que nunca habían viajado para jugar y para ellas ha sido algo nuevo. Ni hablar de convivir y jugar con extranjeras. A nivel general sirvió para crecer como jugadoras y personas. Saber lo que es convivir en viaje y estar mucho tiempo con tus compañeras. Por donde se mire es positivo. Esperamos que si el año que viene se repite, también seamos protagonistas. Poder seguir sumando experiencia para las más jóvenes, que quizá nunca tuvieron la posibilidad de participar en este tipo de torneo.
-Hubo un cambio de DT en plena competencia: ante la salida de José Escandón, Ignacio Narvaja fue el elegido para ser el entrenador, ¿qué cambios notaste en el equipo y en cancha?
-José Escandón es un gran entrenador, quien nos ha dedicado muchas horas de entrenamiento. Es un DT de mucha experiencia. Nos ha transmitido que hay que jugar al máximo, entrenar al máximo, defender al máximo, sobre todo para ser los mejores. Nos dejó esa enseñanza. Con Narvaja estamos hace poco tiempo y el equipo se amoldó al estilo de juego que nos presentó. Claramente dio resultado porque hemos logrado llegar al Final Four. Asumió una responsabilidad importante, sin conocer a muchas de las jugadoras; es más las conoció con el transcurso de los entrenamientos y partidos. Lo sacó de manera inteligente. Yo diría que gracias a Escandón, que arrancó con este equipo, y Narvaja, quien continúo con este ciclo, hemos alcanzado las instancias finales.
-Tuvieron la inserción de tres jugadoras extranjeras con otro tipo de competencia y experiencia, y a la vez muy poco tiempo para adaptarse, ¿cómo crees que jugó el papel de ellas en el torneo?
-En un equipo como el nuestro las tres extranjeras tomaron un papel fundamental, sumando a Paula Reggiardo, que no es extranjera pero viene de jugar en España. Quizá en otros equipos como Unión Florida y Berazategui, eran importantes, pero no tan protagonistas como nos pasó a nosotros. Han tenido un rol decisivo. Dejaron una buena experiencia para las más chicas: convivir con gente profesional. Siempre estuvieron a disposición del equipo tanto para corregir, decir o aconsejar. Lamentablemente no pudimos contar con la española Anna Gómez Igual en el último fin de semana por su operación. La baja de una de ellas, o mismo Paula Reggiardo, para nosotros era una diferencia muy grande. Ellas eran el pilar del equipo y nosotras acompañábamos. Cada vez que por una lesión de alguna de ellas no jugaban, era una ausencia notoria. Se han llevado una buena impresión de estar en el grupo. Nos han manifestado su felicidad de pertenecer, hasta formaron amistades. Se amoldaron muy bien al grupo y nosotras a ellas. Por ahí faltó un poco más de tiempo para conocernos en cancha, pero bueno el tiempo fue corto e hicimos todo lo que pudimos.
