Tomás Zanzottera, oriundo de Pergamino, es uno de los grandes proyectos nacidos en la cantera de Obras Basket. Viste hace seis años los colores aurinegros y en los últimos años ha emergido como una de las grandes revelaciones de la Liga Nacional.
Es imposible no empezar una nota con un chiste de Tomás. Su sonrisa constante y compradora permite que la entrevista sea natural y relajada. “Vivía muy cerca del club Sport allá en Pergamino. Después del colegio era religión juntarme con mis amigos para hacer diferentes actividades, desde jugar al fútbol, la escondida y me encantaba irme de campamento. De todos modos, ya desde muy chico nació mi debilidad por la naranja. Mis papas me llevaron a “Cebollitas” cuando tenía 5 años y a partir de ahí empezó mi carrera”, dice Tomy recordando sus primeros pasos en el básquetbol.
A la hora de hablar de su crecimiento como jugador tiene muy presente a sus entrenadores de la infancia y adolescencia: “Tuve la suerte de tener profesores muy buenos, quienes dedicaron tiempo a mi formación y tuvieron la paciencia de enseñarme a jugar al básquet. Eso llevó a que un club como Obras, que hoy día es como mi segunda casa, haya puesto los ojos en mi hace seis años atrás”.
“Llegué a Obras con 17 años y aquí terminé de formarme como jugador. Estoy muy feliz de seguir perteneciendo a la institución porque siento los colores”, agrega Zanzottera.
EL CÍRCULO ÍNTIMO DE TOMY
¿Cómo se compone el grupo familiar? ¿Cuántos son? ¿Cómo es la relación con sus padres y sus hermanos? Tomy hace una pausa, se acomoda en el sillón y toma un respiro. “Tengo tres hermanos. Yo soy el menor de los cuatro. La más grande es Guillermina, ella siempre fue como una segunda mamá para mí. Ella fue la que me dio el primer baño y le encantaba cambiarme los pañales. También recuerdo que me venía a buscar al colegio. Tengo un gran amor por ella”, dice. En cuanto a Piero, otro de sus hermanos, Tomás señala que “me lleva 10 años, hubo momentos en los que quizás no teníamos esa relación lógica de hermanos por la diferencia de edad, pero al llegar a mis 15 tuvimos una relación muy fuerte porque fue él quien a esa edad me preparó físicamente. Piero es profesor de educación física, y todos los días me pasaba a buscar para ir a correr, al gimnasio, y fue el motivador principal para que hoy sea un jugador profesional. Si no hubiese sido por él no hubiese podido lograr este presente, por eso tengo mi mayor admiración y el agradecimiento eterno”.
Por último está Alfonso, el tercero de sus hermanos. “Con “ el Alfo”, así lo llama, fue con quien más compartí de los tres. Típica relación de hermanos en la que el amor odio se hicieron presentes. Fueron muchas aventuras y macanas juntos, pero siempre desde el lado inocente. Eso sí, mi mamá muchas veces nos quiso matar por lo que hacíamos (risas)”.
Por último, Tomy habló de su papá, Pablo, y su mamá Pilar: “Papá hizo un gran esfuerzo por la familia. Él trabajaba en Junín, nosotros en Pergamino y no era fácil. Pero bueno, había que pagar la olla y en ese momento otra no quedaba. De todas maneras tanto en esa época como ahora es un padre presente y atento a todos mis pasos”, dice. “Mi mamá se bancó muchas cosas ella sola, justamente porque mi papá no estaba por trabajo. Lo admirable de ella es que terminó el secundario de grande y no sólo eso, también se recibió en Ciencias Políticas. Es más, hoy en día da clases. Hizo mucho esfuerzo, porque siendo mamá, y con su marido lejos, se buscó el tiempo para estudiar y lograr sus objetivos personales. Para ella sólo tengo admiración, respeto y orgullo”.
Hablar de amor con Tomás es difícil. Se ríe, se pone colorado y dice el nombre: Corina. “Desde que nos vimos algo nos pasó. La invité a salir y nunca más nos separamos. Ella logra que sea mejor persona cada día, es muy especial. Soy un agradecido a la vida por haberla cruzado en mi camino”.
Al referirse a la amistad, Tomy, el chico desfachatado, se pone serio y hasta se emociona: “tengo la suerte de seguir teniendo los mismos amigos de la niñez. Es más, lo loco de esto es que los hermanos mayores, los míos y los de mis amigos, también mantienen una larga amistad entre ellos. Antes la “barra” del club eran ellos, pero ahora somos nosotros. Muchas veces los extraño… A veces se hace difícil el tema de la distancia y tiempos de cada uno. Me gustaría compartir mas momentos juntos pero sabemos que estemos donde estemos nuestra amistad seguirá en pie y sobre todo que siempre nos tendremos uno al otro”.