A veces, cuando un gran objetivo está cerca y no se consigue, la frustración es doble. Pero cuando la revancha aparece rápido y, con ella, la posibilidad de alcanzar por fin lo buscado, el desafío está en transformar esa frustración del pasado en motivación.
A la hora de encarar el Continental en Uruguay, en la mente de Federico Pérez Ponsa siempre estuvo el recuerdo y la amargura de no haber podido sacar su boleto para la Copa del Mundo en el Torneo Zonal de Paraguay. Jugar el Continental significaba ir a buscar su sueño de mundial a un torneo mucho más exigente por la presencia de una gran cantidad de jugadores de jerarquía.
Sin embargo, el Gran Maestro aurinegro tuvo un final de torneo excepcional y un desempate aún mejor, en el que terminó invicto en cinco partidas. Y así, la Copa del Mundo pasó a ser una realidad: del 10 de septiembre al 4 de octubre la estará jugando en Baku, Azerbaiyán. “Esta clasificación la pongo como uno de los logros más importantes de mi carrera”, comentó.
-¿Qué sensaciones te dejó el torneo?
-Fue una competencia muy dura, pero me fui contento por haber podido ganar las últimas dos partidas, que suelen definir todo en estos torneos.
-¿En qué momento te diste cuenta que ibas camino a la clasificación?
-Sabía que ganando las dos últimas llegaba. Cuando empaté con Terry (Perú) en la novena ya supe que después necesitaba meter dos triunfos. Por suerte, en ese final pude ganarle a Axel Bachmann (Paraguay) de negras. Esa fue una linda victoria.
-¿Ese triunfo contra Bachmann fue el impulso de motivación que necesitabas para encarar el desempate?
-Sí, y a la vez no. Tenía bastante presente lo que había pasado en el Zonal, donde llegué al desempate ganándole al cubano Neuris Delgado en la última ronda. Así que, en este caso, por dentro pensaba en jugar lo mejor posible y ya ni pensar en que le había ganado a Axel.
-Claro, habrá sido difícil dejar atrás aquella ilusión del Zonal. ¿Era un peso para vos?
-Seguro. Era muy complicado llegar a un desempate en ambos torneos y se me dio. Pero en el Continental no quería quedarme otra vez afuera de la Copa del Mundo.
-¿Y el desempate cómo lo viviste?
-Lo pude arrancar muy bien, ganándole al cubano González Vidal en una linda partida. En la segunda, contra Salvador Alonso, me defendí en una peor posición, pero él se equivocó en el final por no empatar y terminé ganando. Después sabía que con empatar las otras tres partidas me metía en la Copa del Mundo.
-¿Ya empezás a imaginarte lo que puede llegar a ser la Copa del Mundo? ¿Qué significa para vos?
-Hace un tiempo dije que los dos sueños que me quedaban por cumplir eran ser campeón argentino y jugar un Mundial, y que este último objetivo lo veía como el más difícil. Así que ya cumplí uno de esos sueños.
