En la 3ª jornada de la 42ª Olimpíada de ajedrez que se desarrolla en Bakú, con la participación de 1600 deportistas de 180 naciones, los equipos argentinos de varones y mujeres tuvieron sabores ambivalentes. Los maestros cayeron 3 a 1 ante Estados Unidos y las maestras igualaron con Italia.
La derrota con su par norteamericano, tal vez no debería sorprender a propios ni a extraños. El rival se trata de uno de los serios candidatos a ganar la competencia, entre sus cinco jugadores, tres de ellos son Top Seven. Inalcanzables.
Pero además hay una historia detrás de todo ello, y es que en competencias olímpicas, la Argentina y Estados Unidos se enfrentaron 23 veces, con 1 victoria albiceleste (en la Olimpíada de La Haya en 1928), 2 empates (en los juegos de Münich 1958 y La Valeta 1980), y 20 derrotas incluida la de ayer.
Esta extraña “paternidad” norteamericana, incluso, se hizo sentir en los mejores momentos de la historia del ajedrez argentino. Es decir, en los años cincuenta, cuando la Argentina logró tres subcampeonatos olímpicos, en dos ocasiones, tanto en Dubrovnik 1950 (con Najdorf, Bolbochán, Guimard, Rosseto y Pilnik) como en Helsinki 1952 (con Najdorf, Bolbochán, Eliskases, Pilnik y Rossetto) se perdió por la mínima, 2,5 a 1,5. Y los empates se sucedieron en Münich en 1958 (con Pilnik, Panno, Eliskases, Redolfi, Sanguineti y Emma) y La Valeta en 1980 (con Quinteros, Rubinetti, Debarnot, Schweber, Giardelli y Hase).
En el equipo de varones, los parciales fueron: derrotas de Fernando Peralta y Federico Pérez Ponsa ante Fabiano Caruana (N°3 del mundo) y Wesley So (N°7), y empates de Sandro Mareco y Diego Flores frente a Hikaru Nakamura (N°3) y Ray Robson (N°66).
Pérez Ponsa, representante del Club Obras en este certamen, se retiró muy molesto tras la caída con su rival, de origen filipino. “Me di cuenta que lo que me jugó no era bueno, pero no sé si me apresuré o fallé en el cálculo, pero dejé pasar la oportunidad, y frente a estos jugadores cuando vos te equivocas, lo pagás”.
Tras perder el invicto y la vanguardia de la prueba, la Argentina quedó con 4 puntos, y retrocedió al puesto N°36 de la tabla que la componen 180 naciones. Y está a dos unidades del grupo de 16 punteros, con 6, entre ellos, Rusia, Azerbaiján, Cuba, EE.UU., China Holanda, Ucrania e Inglaterra.
En tanto en la competencia femenina, en la que Argentina igualó con Italia 2 a 2 tuvo descanso la representante de Obras, la maestra Denise Carraro. Los parciales del match fueron: victorias de Ayelén Martínez y Florencia Fernández ante Alessia Santeramo y Daniela Movileanu, y derrotas de Carolina Luján y Marisa Zuriel frente a Olga Zimina y Marina Brunello, respectivamente.
“Tiene otra sensación no jugar y seguir los matches desde el hotel por Internet. Nos pusimos de acuerdo con Alan (Pichot), él también tuvo descanso entre los varones, y con nuestras compus seguimos lo que pasaba en la sala de juego”, contó Denise, con habitual alegría, y completó: “todo venía bárbaro y los matches estaban interesantísimos, pero… de golpe se colgó Internet y nos queríamos matar, no podíamos saber que había pasado. Por suerte después de una hora se restableció y por un lado estábamos contentos como habían jugado nuestros jugadores, pero por el otro, con un poco de bronca, por lo poco que se rescató”.
El equipo argentino femenino ahora suma 5 puntos, y ocupa el puesto N°20, entre 140 participantes. Se ubicó a una unidad de las 13 punteras, con 6 puntos, entre las que sobresalen Rusia, Francia, India, Ucrania y Hungría.
Mañana se reanudará la competencia con la 4ª rueda. El sorteo realizado anoche arrojó que en la prueba masculina, Argentina será rival de Uzbekistán, mientras que en la femenina se medirá con Alemania.
Fuente: Carlos Ilardo (Desde Bakú)