El libro de los 100 años del club Obras Sanitarias se encuentra en proceso de edición, y su autor, Emilio Gutiérrez, contó detalles de su obra. Gutiérrez es profesor de educación física, entrenador de básquetbol y sociólogo, y fue elegido por el Presidente Fabián Borro para reconstruir la historia de la rica historia de la institución fundada el 27 de marzo de 1917. Si bien aún no hay una fecha estipulada para su publicación, el autor nos anticipó un poco de lo que será narrado en su libro.
-¿Podrías dar una introducción de qué trata el libro?
Lo primero a decir es que el libro de los 100 años de Obras está aún en construcción. Está en proceso de edición con todos los contenidos que le pasamos a la gente de Aysa que son quienes van a editarlo. Yo arranqué con este proyecto el año pasado, en mayo, pero la realidad es que ya estaba empezado. Se comenzó en 2014. Una de las cosas más sensatas que se me ocurrió es que algunas notas que publicaron en la página queden en el libro, cambiando un poco la óptica. No estamos escribiendo un libro de manera cronológica, lo estamos haciendo con microhistorias, para que cada protagonista cuente un poco del momento que le tocó vivir en esta institución. Esa es la idea, que se entienda como un ‘Todos hicimos Obras’.
-¿Cómo fue el trabajo de recopilar toda la información de lo que trascendió en el club en 100 años?
Hubo una etapa de recolección de información, que fue muy dura. Los pocos datos duros que había los pude sacar de las memorias del club, que están muy dispersas y descontinuadas. Hay pocas y en floja preservación. Por ello, todo lo que sucedió antes de 1970 fue muy costoso de conseguir, en tiempo y energía. Lo primero que tenes que hacer para armar una historia, desde la perspectiva de un investigador social, es entender lo que sucedió. Lo difícil acá fue encontrar las piezas del rompecabezas, para poder armarlo. Cuando empezás a conseguir los datos, más lo que te cuenta un protagonista de voley, esgrima, etc. podemos unir todo y comprenderlo. Después de tener la historia y conseguir los testimonios hubo que darle un formato, una narración. Con todo lo que costó, se podría decir que tengo un máster en Obras.
-¿Cómo resumirías la historia de Obras?
La historia de Obras es la del país. Empieza siendo un club para gente conservadora, de clase media alta con participación en estratos superiores de la empresa (Obras Sanitarias). Después se acomodó a las estructuras de un club de rugby, y más adelante pasó por la etapa del peronismo deportivo. Luego hubo una declinación hasta que Mancini llega a ser presidente. Él catapultó a Obras a la elite del deporte nacional, sobre todo con el básquet, con infraestructura de primera. También hay que considerar la construcción del Templo del Rock, del Instituto Obras y más. Por eso, al hablar de la historia del club, no sólo nos referimos al deporte, sino también a la cultura, educación y mucho más. Es la vida misma. Obras es un emblema cultural de Buenos Aires.
-¿Qué te llamó la atención de todo lo que averiguaste?
Fue muy groso todo lo que pasó, sobre todo antes del ’60. Y es difícil porque no es una narración, son muchas historias a la vez. Hubo muchos deportistas que eran los mejores en sus disciplinas y no se conocían entre ellos. Por darte un ejemplo, ahí convivieron Fabían Armoa, Carlos Raffaeli, el mejor profesor de natación del mundo y muchos personajes más, y no tenían idea de quién era el otro, siendo que cada uno era el mejor en lo que hacía.
También es increíble como cada dirigente que hubo fomentó distintas actividades, y como ninguno se conformaba si no tenían lo mejor. Pasó con el rugby, con el básquet, la esgrima, natación o judo. Obras trajo al mejor profesor de judo del mundo, que había estado en la guerra de Vietnam, y le daba clases a los socios del club de las cinco de la tarde. Una locura.
-¿Cuál crees que es el deporte más emblemático de la historia de Obras?
En los últimos años el básquet ha sido preponderante, sabemos todo lo que ha ganado Obras en este deporte, pero no abarca todo. El básquet arranca con Rubén Menini, campeón del Mundo en 1950, o con Pepino Gianlorenzo, que fue el jugador emblemático del ascenso de 1942. No podemos olvidarnos que el club fue fundado en 1917. Si arrancas contando la historia del rugby, puede ser que te aproximes más a esos primeros años. En los ’90 el voley fue muy fuerte, con Daniel Castellani, Fabián Armoa y varios más. También hubo momentos importantes de la esgrima, con Pampín y Turiace. La natación femenina de Obras tiene una historia muy rica. Hubo una mujer que se llamaba Enriqueta Duarte que fue la que cruzó el canal de La Mancha. María Lidia Lecot fue otra destacada.
-Te pido que me cuentes un poco más de vos, que sos el autor del libro.
Soy profesor, entrenador y sociólogo. Como profesor de Educación Física, trabajo desde 1983 en la UBA. He dado clases en profesorados de GEBA, River, Vélez y Dickens, dando clases de básquet, historia, sociología, entre otros. También di cátedras de básquetbol, historia y sociología. Como entrenador estuve en Imperio Jrs., Estudiantil Porteño, Náutico Hacoaj, UBA, FeBAMBA 3×3 y CABB 3×3 en el Mundial U18 de Hungría, el de Kazajistán, y el Femenino de China. Escribí el libro ‘El Entrenador Argentino de Básquetbol’ junto a Diego Grippo, ‘1956, donde habita el olvido’ (base de la película ‘Tiempo Muerto’), y ‘El árbitro argentino de básquetbol’, además de publicaciones en la web de EFDEPORTES.
Emilio Gutiérrez junto a Iván Najnudel, ex asisente técnico de Obras Basket.